Sí eres usuario activo de redes sociales, seguramente estés familiarizado con los productos proteicos de ciertas cadenas de supermercados, o descuentos en famosas marcas “fitness” promovidos por influencers.
La popularización de este tipo de productos en los últimos años, viene dada por una de las tendencias más seguidas por millones de personas en todo el mundo: El fitness como estilo de vida.
Un estilo de vida lleno de energía, muy recomendable en personas de todas las edades, que no sólo buscan adelgazar sino mantenerse saludables.

Beneficios de incluir proteínas en tu dieta.
En primer lugar, se recomienda que los adultos consuman entre 0.8 y 1 gramo de proteínas por kg de peso corporal por día. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que la cantidad de proteínas que necesita cada persona depende de varios factores como la edad, el peso, el sexo, el nivel de actividad física, etc.
La proteína es uno de los macronutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Es la responsable de la construcción y reparación de tejidos, la producción de hormonas y el mantenimiento de la masa muscular.
Las barritas, los batidos y los suplementos, son una forma fácil de aumentar la ingesta de proteínas en la dieta, pero los productos enteros son una fuente mucho más saludable y equilibrada ya que también proporcionan otros nutrientes esenciales como vitaminas y minerales:
- Carnes magras: El pollo, el pavo y el pescado.
- Huevos: También contienen otros nutrientes importantes como la vitamina D.
- Legumbres: Los frijoles, las lentejas y los garbanzos.
- Frutos secos y semillas: También contienen grasas saludables.
- Productos lácteos: La leche, el yogur y el queso.
Además, las proteínas aumentan la saciedad, ayudan a prevenir la pérdida ósea, reducir el riesgo de osteoporosis, reducir la presión arterial y los niveles de colesterol, lo que resume en menos riesgo de padecer algún tipo de enfermedad cardiovascular.

¿Son todas las fuentes de proteínas iguales?
No. Es importante limitar el consumo de carnes rojas, productos procesados y elegir fuentes magras y saludables.
En general, reducir el consumo de carnes rojas y productos procesados es beneficioso tanto para la salud personal como para el bienestar global. Te explicamos por qué:
El consumo excesivo de carnes rojas y productos procesados está asociado a enfermedades crónicas como enfermedades en el corazón, diabetes tipo 2, cáncer colorrectal y obesidad. Esto se debe a que son productos que tienen un alto contenido de grasas saturadas, sodio y aditivos alimentarios.
Además, la producción de este tipo de productos tiene un impacto significativamente negativo en el medio ambiente, ya que producen una gran cantidad de gases de efecto invernadero y desechos contaminantes, al requerir de grandes cantidades de agua, alimentos y tierra para su producción.

Por todos estos motivos, recomendamos limitar el consumo de carne roja y productos procesados. Esto te motivará a explorar otras opciones mucho más saludables y variadas lo que mejorará tu bienestar general y nutricional.
Al elegir alimentos más saludables y conscientes… ¡Estás nutriendo tu cuerpo y tu mente para alcanzar tu mejor versión!